Lectura y Elaboración de Textos Académicos.
“[…] el texto académico debe cumplir un conjunto de
condiciones que tienen que ver con el rigor, la claridad y el
respeto a las convenciones que rigen formalmente los textos
de un determinado ámbito científico o profesional”.
Mirás y Solé (2007).
Los textos académicos tienen que ver con una serie de herramientas y estrategias que permiten
pensar, transformar y comunicar el conocimiento científico requerido en el ámbito universitario.
El estudio de las Unidades que componen este eje presentará tres tipos de encuentro con la
lectura y la escritura: exploratoria, de elaboración y de comunicación (Mirás, Solé, 2007). Estos
tres tipos de encuentros con la lectura y escritura, son traducidos en acciones específicas que
infieren el cumplimiento de cada uno de los logros planteados para el desarrollo de las
competencias: indagar-conocer, comprender-integrar–elaborar, y comunicar, acciones que
suceden en ese punto exacto donde la lectura y la escritura se encuentran.
Unidad 1. Leer y escribir en contextos académicos
“Leer es, quizá, la capacidad intelectual más superior y maravillosa
del hombre, porque es crear, es rescatar lo más profundo de nuestro
pensamiento y de nuestra sensibilidad… es recorrer de puntillas y
paso a paso lo más recóndito de nuestro ser que siempre es
desconocido, misterioso, enigmático para nosotros mismos”.
Sánchez, 1989
El acto de leer te otorga el poder (y la magia) de interpretar los contenidos que se transmiten a
través de los textos. El lector,
al leer, incorpora sus conocimientos previos y lo que sabe sobre el mundo; el texto incluye la
intención de quien lo ha escrito, el contenido de lo dicho y la forma en que se estructura el
mensaje; y el contexto incluye las condiciones de la lectura, por ejemplo, la intención del lector
o interés por el texto, o en qué ámbito y con qué fines se está efectuando la lectura.
1.1. Lectura Académica
Entonces, ¿qué te permite leer críticamente?
“leer críticamente nos permite procesar información de fuentes
diversas, familiarizarnos con las secuencias explicativas y argumentativas en los textos, y
reconocer posiciones epistémicas no siempre explícitas, así como recursos argumentativos
inscriptos en el lenguaje mismo” (Pp. 31). Marin.
Leer,nos permite establecer relaciones, comparar, generar preguntas, analizar
críticamente, enriquecer el vocabulario, apropiarse de modos textuales para la escritura. Por
tanto, es primordial recordar que la ciencia y el ámbito académico se basan esencialmente en
el discurso escrito; el conocimiento de cada disciplina se elabora a partir de la acumulación de
los géneros escritos propios, ya que los textos posibilitan:
El acceso a:
- datos e información,
- el archivo de la ciencia consensuada,
- las aplicaciones e interpretaciones de las ideas y a cómo se utilizan éstas para predecir o explicar fenómenos,
- a las evaluaciones y análisis críticos de las ideas y de los datos publicados, realizadas para personas de cualquier parte del mundo.
1.2. Leer antes de escribir. Lectura exploratoria
Tanto la lectura como la escritura (en cada caso y por separado) son herramientas
fundamentales para la construcción del propio pensamiento y para el aprendizaje. En el proceso
de elaboración y comunicación del conocimiento científico, leer y escribir son dos actividades
estrechamente relacionadas e interdependientes.
Antes de escribir, es necesario efectuar esta tarea, que de manera
progresiva te permitirá familiarizarte con los conceptos, las teorías, investigaciones, autores
reconocidos y nuevos temas de investigación, que te involucrarán en la cultura académica y
científica.
Un aspecto clave en la construcción del conocimiento es la capacidad de aprender a formular
preguntas que promuevan un aprendizaje significativo, ya que la lectura de textos académicos
adquiere sentido cuando nos planteamos interrogantes al cuestionar lo que leemos.
Cuando un lector formula preguntas, aclara el sentido del texto y avanza hacia el conocimiento
y aprendizaje, pues cuestiona sobre puntos centrales; además, una pregunta conduce a otra, y
eso permite obtener información que posiblemente no consideraste desde un principio, pero que
es clave para la comprensión del texto.
Criterios para la selección ¿Qué leer?
¿Qué elijo leer en Internet?
“En la actualidad hay una preocupación por la supuesta decadencia de la lectura, que me
parece encerrar al menos dos equívocos. Primero, no es lo mismo decadencia del libro que
decadencia de la letra impresa: hoy, los jóvenes y mayores leen más que nunca, aunque no
sean papeles, sino pantallas. Segundo, la ficción no está ligada al porvenir del libro, ni toda la
literatura ha de ser forzosamente impresa: contar a través de imágenes no es ni menos lícito ni
menos intelectual.”
Fernando Savater (citado por
Argüelles, 2011)
Es necesario identificar estrategias o destrezas que se han de aplicar para no
perderse en la red. En internet se presentan los contenidos fragmentados y
enlazados con hipervínculos; los lectores, por tanto, serán los que elijan el camino a seguir.
Criterios para una lectura académica. ¿Cómo leer?
Serie de pautas que te puedes plantear
mientras lees para aprender a interpretar cualquier texto. Estas pautas te ayudarán a recordar
que un texto, además de transmitir información, también es una herramienta que utiliza un autor
para conseguir un propósito. Cassany (2009).
Cassany, D. (2009). 10 claves para aprender a interpretar. [Leer.es].
Recuperado el 30/03/15, de: http://goo.gl/wEo9fO
Identificar las principales afirmaciones del discurso y
los intereses que mueven al autor a construir el punto de vista que adopta; que se valore la
solidez, fiabilidad y validez de las pruebas y argumentos aportados; y que se detecten
incoherencias, imprecisiones, errores o contradicciones.
Los criterios y estrategias en las que te puedes apoyar al enfrentarte a un texto académico son:
Leer y escribir, ya sea como procesos simultáneos o separados, serán herramientas clave en tu vida académica, pero también en la personal, puesto que se lee para indagar, conocer, responder, interpretar, debatir, reflexionar sobre posibles respuestas y también para recrearte; en tanto que escribes para comunicarte con el resto de tus semejantes, pero también escribes para ti mismo.
Unidad 2. Deshilando el texto académico
“La escritura es ese lugar neutro, compuesto, oblicuo, el
blanco y negro en donde acaba por perderse toda identidad,
comenzando por la propia identidad del cuerpo que escribe”
Roland Barthes
¿Por qué escribir?
Seguramente te has preguntado ¿Qué gano con tener que escribir los resultados de mi investigación,
además de demostrar que soy capaz de hacerlo? De acuerdo a W. Booth, G. Colomb y J. Williams,
existen tres razones para escribir.
Escribir para recordar. Lo que no escribas es probable que lo olvides, o aún peor, que lo recuerdes
mal. Este es un motivo por el cual los investigadores escriben desde que comienzan su proyecto para
poder así mantener en su mente tan clara como les sea posible.
Escribir para entender. Cuando organizas y reorganizas los resultados de tu investigación bajo
nuevas formas descubres nuevas conexiones, contrastes, complicaciones e implicaciones. Escribir
ayuda a pensar porque te ayuda a entender mejor lo que has descubierto y además te ayuda a
encontrarle más sentido.
Escribir para ganar perspectiva. Pero la verdadera razón para escribir es para sacar las ideas de tu
cabeza y plasmarlas en el papel, donde las puedes ver con la luz de la letra impresa, una luz que
siempre es más brillante y a menudo menos aduladora. Mejoras tus ideas cuando las animas con otras
formas de pensamiento escrito. Pero no puedes saber lo que puedes llegar a pensar hasta que fijas
tus ideas en el papel de forma organizada y coherente.
Entonces, deberías escribir para poder recordar de forma más precisa, entender mejor, y ver
claramente qué es lo que piensas.
2.1. Escritura
Escribir textos académicos es diferente a otras formas de escritura, puesto que su proceso de
construcción atraviesa por diferentes etapas que permiten exponer y explicar información o
conocimientos en los diferentes campos del saber y su aplicación, además de divulgar esta
información. Por tanto, es necesario tomar en cuenta:
Escribir un texto académico es dar respuesta a las siguientes interrogantes:
¿A quién escribes, para qué escribes, cómo lo escribes y qué normas tomas en cuenta a la hora de escribir?
2.2. ¿Qué es el discurso?
“Un discurso es más que una
colección de frases, incluye: ideología, cultura y contexto complejo.”
Manzano (2015)
Cuando hablamos de discurso, muchos son los términos que nos vienen a la mente: exposición,
debate, consejo, diálogo, monólogo, mitin, etc. Más allá de leer un texto frente a una gran
audiencia, es necesario comprender las bases de lo que se desea exponer, distinguir su esencia
e intención; es saber cómo está estructurado el escrito y cuáles son las ideas, creencia y
pensamientos que lo componen.
2.3. Lenguaje académico
El lenguaje académico tiene un conjunto de rasgos comunes de vocabulario, sintaxis y gramática que configuran un estilo propio cuyas cualidades principales son la precisión, la concisión, la claridad y una tendencia a la neutralidad e impersonalidad.
2.4. Elementos discursivos
El carácter objetivo se logra a partir de la contextualización del texto. El discurso académico
busca la contextualización del texto para convertir su contenido en una verdad científica con
validez universal.
Objetividad
Cuanto más desprovisto de carga subjetiva, más potencial de convencimiento logra un texto. Se trata de hacer que el lector suponga que ha tenido un encuentro genuino con una verdad objetiva ante la que no tendrá más remedio que aceptar.
Recursos lingüísticos:
- Uso de un léxico preciso y elaborado
- Abstención de la anteposición de adjetivos valorativos
- Uso de conjunciones subordinantes y, en general, de elementos que expliciten las relaciones de significado que mantienen las oraciones y las partes del texto entre sí (…)
- Utilización de un conjunto de mecanismos lingüísticos destinados a objetivar.
(Montolío 2000, citada por Fernández, F., y Bressia, R., 2009)
Camuflaje o disfraz de la voz autorial
Reconocer la despersonalización en otros textos permitirá que, al momento que escribas, te
resulte fácil emplear palabras con objetividad. A continuación revisa estos dos fragmentos de
texto e identifica en cuál de ellos se refleja una alternativa de formas despersonalizadas, a partir
de los recursos lingüísticos que ya conociste.
Argumentación
Otro de los objetivos del texto académico es que, además de dar a conocer los resultados de
determinada investigación, te convenzan. Se suele decir que el objetivo es convencer, cuando
se utiliza sobre todo la razón, y persuadir, cuando se trata de obtener su adhesión con el
sentimiento. El destinatario de la argumentación sirve de elemento de regulación del discurso
en la medida que no podemos modificar su actitud sin conocer su posición y analizar sus
intereses
La argumentación; es un proceso en el que un ponente tiene la meta de que el auditorio acepte su tesis mediante el uso de razones.
Estrategias argumentativas:
El escritor intenta convencer de que su postura respecto de algún tema en particular es la más
razonable, para lo cual puede utilizar diferentes estrategias.
Clerici, C. (2013):
- Planteamiento de causas y consecuencias: se plantean relaciones de razónconsecuencia entre ideas o hechos de modo que su opinión aparezca como lógica conclusión y no como mero punto de vista; los conectores que se utilizan para plantear relaciones de este tipo son: por lo tanto, por eso, en consecuencia, consecuentemente, dado que, en razón de que, porque, entre otros.
- Analogía: en los textos explicativos, la analogía sirve para aclarar algún concepto al compararlo con otro similar conocido por el receptor.
- Ejemplificación:se vale de ejemplos para demostrar la validez de su afirmación.
- Preguntas retóricas: el emisor puede formular preguntas retóricas que no se plantean para ser respondidas, sino que ya tiene implícita la respuesta. Las preguntas retóricas anticipan los posibles interrogantes que se formularía el lector, y hacen que sea más fácil seguir el desarrollo argumentativo.
- Cita de autoridad: el término polifonía se utiliza para hacer referencia a todas las formas en que interactúan distintas voces dentro de un mismo enunciado. El emisor incluye una voz especializada o respetable que se suma a su propia voz para defender su tesis.
- Concesión: el emisor puede incluir otras voces que se oponen a su tesis para discutirlas, contradecirlas o descalificarlas. Los textos argumentativos suelen incluir concesiones, es decir, reconocimientos de ciertos puntos de vista del otro como válidos.
Intertextualidad
La intertextualidad se entiende como la presencia, relaciones y entramados que se tejen entre
los textos y se encuentra particularmente presente en el académico (aunque es rasgo común a
todo género discursivo).
“…el discurso científico apela constantemente a la cita
de autores, tanto para adscribir a su orientación como para diferenciarse” (Ramírez Gelbes,
2007).
2.5. Estrategias de elaboración: la escritura
La composición del texto académico = comunicar información.
El proceso de escritura
El proceso de escritura consiste en una serie de pasos que te permiten elaborar un texto.
1. Contextualizar y planificar: En esta fase del proceso es importante llevar a cabo diversas acciones
que te permitan primero, entender qué es lo que vas a escribir, cuál es el propósito, hacia quién va
dirigido y como conseguirás la información. Para esto es importante reflexionar sobre las siguientes
cuestiones:
- Propósito de la escritura: ¿Cuál es la razón para escribir? Algunas veces existe más de una razón para hacerlo, éstas deben reconocerse y tenerse en cuenta durante el proceso de escritura.
- Audiencia: Es muy importante saber quién es la audiencia y adaptarse a ella, pues de ello depende que el escrito pueda entenderse.
- Tema: Es importante pensar en la audiencia y lo que puede interesarle, en otras ocasiones deberás desarrollar el tema que se te asigne como requisito de alguna materia en particular.
- Búsqueda, Investigación: ¿Qué sabes sobre el tema? ¿Qué te falta saber? En esta fase debes buscar o investigar hasta que cuentes con la información necesaria, aunque no todos los temas requieren de una investigación previa.
2. Organizar la información: Al realizar la investigación ya cuentas con suficiente información para
escribir sobre el tema. Sin embargo, es importante que antes de lanzarte a la aventura, pongas en
orden el caos de información que tienes. Para esto puedes emplear alguna clasificación que te permita
ordenar la información, ya sea por fecha de publicación, por autores o por áreas de conocimiento.
3. Producción del texto, hacia el primer borrador: Para iniciar con el primer intento del escrito,
puedes emplear un esquema que te permita establecer los puntos que debes desarrollar en el escrito.
En este momento no es importante preocuparte por la letra, ortografía o la palabra correcta, lo
importante es dejar fluir tus ideas.
4. Revisar: Las revisiones tienen por objeto mirar nuevamente lo que ya has escrito para mejorarlo.
En este paso, analizarás el contenido, corregirás los errores, y suprimirás lo que no es apropiado.
Incluso reorganizarás y acomodarás algunas partes (cambio de párrafos) para que el significado sea
más claro o más interesante.
5. Reelaborar y aterrizar el texto final: La elaboración de una prueba satisfactoria se produce
generalmente tras varias revisiones. En la corrección final verificarás lo siguiente (Barresta, 2008):
- Ortografía, mayúsculas y puntuación
- Oraciones: variedad.
- Que no haya repeticiones.
- Errores en el tiempo de los verbos y concordancia en ellos; concordancia entre sustantivos y si es posible le puedes pedir a un compañero que revise tu trabajo.
- Después de haber hecho las correcciones finales, haces una copia final limpia y bien presentada.
6. Comunicar: La copia final limpia y bien presentada, constituye el producto que compartirás con la
audiencia. El trabajo puede presentarse por ejemplo para ser publicado, en una revista, periódico, o
cualquier otro medio.
Fuentes de consulta:
1. Middle School, V. (2003). El proceso de escritura. Recuperado el 10/04/14, de:
http://www.eduteka.org/ProcesoEscritura1.php
2. Barresta. A. (2008). El proceso de escritura. Traducción y adaptación del artículo The Writing
Process, Recuperado el 10/04/14, de: http://es.scribd.com/doc/3229118/EL-PROCESO-DEESCRITURA
Sobre la redacción científica
Las características de la redacción científica son informar el resultado de una investigación, y la única meta es comunicar eficazmente el resultado. La redacción científica reúne cuatro requisitos o criterios.
- Dominar el idioma: escribir oraciones completas y coherentes, construir párrafos que lleven lógicamente de un tema al próximo, y usar correctamente las palabras y los signos de puntuación para producir un texto sencillo, claro y fácil de entender.
- Enfocarse en el trabajo: establecer un plan de trabajo con fechas de inicio y término. Reservar tiempo para escribir y evitar excusas que posterguen la actividad.
- Dedicarle tiempo a la revisión del texto: dedicar tiempo suficiente a la redacción y corrección del manuscrito. Los textos efectivos no se escriben apresuradamente; son el producto de una escritura y revisión cuidadosa, pausada y constante.
- Entender y aplicar los principios fundamentales de la redacción científica: escribir con precisión, claridad y brevedad.
Rúbrica de la Actividad 2. Argumentación lúdica
La siguiente rúbrica, es un instrumento que te ayudará a identificar los criterios que serán tomados
en cuenta a la hora de evaluar tu trabajo, es importante que la revises porque de esta manera te
será más fácil seguir las indicaciones.
Revisa las cinco reglas de oro para escribir textos científicos.
1. La escritura necesita del caos
La primera regla tiene que ver con la necesidad y a veces obsesión por la estructura del texto. La
estructura de los textos científicos acostumbra a ser expositiva o argumentativa y requiere del
cumplimiento de variados y exigentes requisitos formales. Sin embargo, conviene recordar que los
textos acabados que publican las revistas científicas no son más que el producto final de un proceso a
veces largo y doloroso que el lector desconoce. Por ello, cualquier escritor debe tener presente la
estructura clara y coherente así como un texto bien enlazado, no se produce (casi nunca) de manera
automática. A menudo un cierto nivel de desorden y de caos facilita la tarea de ordenar la información
y que, aunque no nos guste demasiado mientras se produce, es probablemente inevitable (Castelló,
2007).
2. El proceso seguido y el producto final son interdependientes
La segunda de las reglas que hay que tener presentes indica que un texto interesante, complejo y
sugerente probablemente sea el fruto de un proceso que también fue complejo. De ello se deduce que
cualquier escritor debería desconfiar del texto que surge fácil, casi sin pensar, a borbotones. Esta forma
de escribir en la que vertemos todo lo que tenemos en mente sobre un determinado tema suele ser útil
como parte del proceso de escritura de un texto científico. Por ello, es conveniente desconfiar de estas
primeras versiones y partir de la idea de que son borradores iniciales que nos permiten disponer del
contenido que hay que incluir en el texto final. Basándose en ese contenido, en esas versiones
preliminares, a muchos escritores les resulta más fácil elaborar una representación del texto en la que
se incluyan los objetivos de la situación de comunicación, los requisitos estructurales, la reflexión sobre
la audiencia, etc. (Castelló, 2007).
3.La confusión y la confianza son necesarias en su justa medida
La tercera de las reglas que un escritor debería tener siempre presente, tiene que ver con el
conocimiento de las posibles frases por las que sus emociones y su estado de ánimo van a transitar a
lo largo de la escritura. Decirse a uno mismo antes de empezar a escribir que habrá momentos de
confusión y otros de excesiva confianza es imprescindible para no dejarse llevar ni por el desánimo ni
por el engaño.
Sin embargo, disponer de ese conocimiento no inmuniza al escritor y, por ello, cuando realmente cunda
el desánimo o cuando nos parezca que lo que acabamos de escribir es fantástico, conviene dejar esa parte del texto y retomarla unas horas o unos días más tarde. La clave tal vez está en encontrar esta
justa medida y en no dejarse llevar por ninguno esos sentimientos. Una de las mejores maneras de
mantener esa medida consiste en ser conscientes de cómo y por qué nos asaltan estos sentimientos
a lo largo del proceso de escritura. (Castelló, 2007).
4.Cuatro ojos ven más que dos o dos mentes revisan mejor que una.La cuarta regla apela a la compañía necesaria en una actividad como la escritura, que tradicionalmente
suele desarrollarse de forma exclusivamente individual. Y una de las barreras que un escritor tiene
para detectar algunos problemas en sus textos, es que tiene dificultad de distanciarse de ellos. La
posibilidad de contar con ayuda en el proceso es importante y muy beneficiosa. (Castelló, 2007).
5.La reflexión siempre es más útil que la automatización. La última regla de oro apela a las demás, la reflexión consciente sobre las decisiones que tomamos
mientras escribimos; el análisis de aquello que nos dio buen resultado y de lo que entorpece nuestra
producción, y la intención explícita de elaborar y mantener un representación de la tarea lo más
completa posible, son actividades necesarias para escribir textos científicos y que nadie llegue a
automatizar completamente. Se aprende a reflexionar de manera más rápida y algunas situaciones
repetidas permiten al escritor experimentado disponer de algunas rutinas, pero la totalidad del proceso
no es automatizable porque cada situación comunicativa es nueva y diferente y exige una nueva y
particular representación del texto que hay que producir en esas circunstancias.
Lo que sí parece aumentar es el conocimiento condicional, es decir, el conocimiento que proviene de
la reflexión y que nos indica cómo, cuándo y por qué una determinada decisión es más adecuada que
otra, una forma de empezar es más aconsejable, una estructura textual resultará más indicada, etc.
(Castelló, 2007).
Unidad 3. Estructura de los tipos de texto
Cuando le preguntaron a Sócrates cuál había
sido su logro más importante, él respondió:
“Les enseño a los hombres a preguntar”.
C. Roland Christensen
Para aprender a escribir este tipo de textos, simplemente hay que sentarse a escribir.
3.1. ¿Cómo se estructura el texto académico?
Se puede denominar texto académico “[…] a cualquiera de las producciones orales, escritas,
audiovisuales, etc. que tienen lugar en el marco de las actividades científicas y universitarias,
que responden típicamente a la intención básica de producir o transmitir conocimientos
sistemáticos de alcance social y cuyos destinatarios son los miembros de las distintas
comunidades científicas y universitarias a nivel local, nacional o transnacional.” (Padrón, 1996:
123).
Las 4 Características generales que debe contener un texto
académico: pertinencia, pragmatismo, perspicacia, y precisión.
Elementos que conforman un texto académico.
- Introducción: En esta sección, se menciona sobre que se va a hablar, se explicitan los propósitos y la intención del trabajo. Aunque es la presentación del texto esta parte es la última que se redacta, pues en ella se menciona una breve síntesis de lo que se va a abordar en el trabajo.
- Cuerpo: En este apartado es donde se desarrolla propiamente el tema; para este desarrollo, el autor se vale de la información que ha conseguido de las distintas fuentes que ha consultado. Aquí no solo expone lo que ha encontrado, sino que trabaja esa información, para generar una nueva a partir de la comparación de posturas de distintos autores, mostrando sus propias opiniones o argumentado y explicando algunas teorías o posturas
- Cierre: En esta parte se presentan las conclusiones a las que se ha llegado con la elaboración del trabajo. Asimismo, aquí se pueden presentar recomendaciones, sugerencias, etcétera. En esta parte, se dejan sentados los resultados de los análisis que se hayan hecho y es donde se consignan los conocimientos nuevos a los que se haya podido llegar.
En cuanto al discurso lingüístico que se utiliza en un texto académico, es necesario distinguir
los de tipo expositivo, de los argumentativos, a continuación se define de manera breve cada
uno de éstos:
- Expositivo: Este tipo de texto sirve para informarnos objetivamente sobre un tema de forma clara y ordenada. Tiene como objetivo informar y difundir conocimientos sobre un tema de interés. Tratando de dar respuesta a preguntas como ¿Qué?, ¿Cómo?, y ¿Por qué? presentando además una serie de ideas que aclaran o explican conceptos y argumentos. La intención de los textos expositivos es, la de informar.
- Argumentativo: Mediante este tipo de textos el autor usa la forma discursiva para intentar convencer al receptor y utiliza para ello distintos argumentos. La argumentación es tratar de dar validez a la propia opinión o a la de otros a través de ideas fundamentadas en diferentes teorías; este tipo de textos suele tener carácter subjetivo.
3.2. ¿Qué otros elementos debe contener un texto académico?
Formatos: oral, escrita, audiovisual
En general, un texto académico es una producción que puede ser realizada en diferentes
formatos: oral (por ejemplo, una conferencia o entrevista); escrito (un libro o un artículo);
audiovisual (un documental, una película, un informe en video).
Los textos académicos, en primera instancia, se dirigen a las comunidades académicas y
científicas. Eso implica que en muchos casos el lenguaje que se usa no es coloquial y hay
momentos en que sólo quienes están familiarizados con un determinado campo del saber
pueden entender. Pero no tiene nada de exclusivo, es sencillamente parte de la intencionalidad
de transmitir a un grupo en especial, con alcance local o mundial. La idea es que sea resultado
de la suma de pequeños esfuerzos de la ciencia (Núñez, 2012).
Inconvenientes
“es muy importante señalar fuentes, porque los investigadores que leen pueden ver sobre qué ha construido la información la persona que está haciendo su informe. No se trata de copiar, sino de evidenciar que se tiene referencia de la información que ya es parte de la academia”.
(Núñez, 2012).
3.3. Hacia una tipología de los textos académicos
Para una investigación y para expresar tu posición frente a un tema o revisar información existente, podrás hacer uso de los ensayos y las reseñas.
Rúbrica de la Actividad 3.
Evaluando mi texto académico
La siguiente rúbrica, es un instrumento que te ayudará a identificar los criterios que serán tomados
en cuenta a la hora de evaluar tu trabajo, es importante que la revises porque de esta manera te
será más fácil seguir las indicaciones.
Cierre de la unidad
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